11/7/12

''No, te has equivocado pequeño Superhéroe. Aquí las princesas no existen, ni los cuentos. Si quieres un beso bajo la lluvia, conmigo solo vas a conseguir uno bajo las sábanas. Si quieres un te quiero para siempre, yo sólo te voy a dar para un par de minutos. Si quieres una novela desfasada, pequeño Superhéroe, aquí solo vas a tener una noche pasional, junto a tres o cuatro momentos románticos y salvajes.
Las princesas ya se han cansado de esperar, inculto. Tardaste demasiado en crecer, y ahora los tiempos han cambiado y yo también. Atrás me quedé, pequeño Superhéroe. Atrás quedaron mis promesas, mis coronas, y mis vestidos pomposos, si eso es lo que quieres saber. Atrás quedó el tiempo en el que te esperaba, ansiosa a que me quitaras las palabras de la boca para decirme que me equivocaba, y que me callaras con un beso.
Pero, pequeño Superhéroe, el mundo en el que vivimos me ha enseñado ha manejar situaciones, y aquí el único tonto que hay, eres tú. Lo siento si soy brusca, en ningún momento te dije que iba a ser gentil, y siento decirte la verdad tan a la cara.
Los príncipes ya no se estilan, y yo perdí la inocencia cuando me di cuenta de que me utilizabas.
Cuando solo te convenía para reír, cuando era tu acompañante de noche ese día, y cuando perdiste los pantalones por primera vez, bajo aquel cielo estrellado de verano. Yo perdí todo aquello que me caracterizaba, pequeño Superhéroe. Y para mi el amor ya está sobrevalorado, si es lo que quieres oír de mi.
No te equivoques conmigo, novelista patético. Yo no soy cualquiera, soy cualquiera cuando me lo propongo. Yo no soy nada de chica fácil, sólo me acuesto con quien yo mando, yo quiero, y yo deseo. Incluído con príncipes, pequeño Superhéroe.
No te equivoques conmigo si piensas que me vas a cambiar con un par de rosas rojas y un traje de Channel, justo de la misma talla que mi piel. No te equivoques si me ves cara de tonta, o de lista, o de ilusa. No te equivoques, pequeño ferrero Rocher''

Esto sería tan perfecto si estuvieses aquí.

Te necesito. Más de lo que crees, más de lo que me atrevo a decir. Más de lo que jamás necesité a alguien. Me haces falta, por más que intente negarlo. Y me asusta todo esto que siento. Me da miedo la idea de volver a perderte, de volver a pasarlo mal. No quiero volver a sentir como todo se va a la mierda y no puedo hacer nada.
Te quiero. Ayer, hoy y siempre. Tú fuiste quien me hizo volver a creen en las típicas mariposas en el estómago. Tú fuiste quien me dio los mejores recuerdos, los más bonitos, los más duros. Tú me has hecho fuerte. Eres el único que ha sido capaz de darme y quitarme la sonrisa cuando quisiera. Sientete afortunado, mi sonrisa no se la doy a cualquiera. Pero... ¿a ti? A ti te entregué mi felicidad entera, hasta la última gota, hasta el último suspiro. Te di cada segundo de mi vida. Quizás no eres mi primer amor cronológicamente, pero si en cuanto a sentimientos. Y yo que creí amar antes que a ti... que equivocada estaba. Tú me enseñaste lo que es amar, y que no es fácil. Nunca es fácil. Y menos a nuestra edad y la distancia. Pero nunca nos perdimos del todo. Dicen que los amores reñidos, son los más queridos, ¿no? Pues nosotros nos debemos amarnos como nadie. Solo hay que vernos, aquí seguimos. Pese a los inconvenientes, pese a este presente tan complicado, pese a los errores, las discusiones y los insultos. Porque cuando te dije que seríamos eternos, lo dije de verdad.
¿Ahora me crees cuando te decía que aunque otro me acompañase, en silencio te seguiría amando?

1/7/12

Experta en arruinar vidas.

Cuando menos te lo esperas, llega a tu vida. Al principio, le quitas importancia, todos dicen que el amor es más fuerte. Pasan los días, hablais a todas horas. Tardes enteras pegados a una pantalla, a golpe de teclado y ratón o llamadas a altas horas de la noche. Da igual, mientras se trate de acortar distancias. Tu voz se quiebra en cada despedida, cuando siempre antes de colgar, prometeis veros lo más pronto posible. Un te quiero al otro lado de la línea. Una lágrima que recorre tus mejillas. Respiras hondo y logras devolverle esas dos palabras, las más sinceras que jamás habías dicho. Sonrisas que se mezclan con las lágrimas y las promesas. ¿Por qué es tan difícil? Mientras otras parejas se ponen excusas tontas para no quedar, ellos darían su vida por poder darse los buenos días, buenas tardes o buenas noches sin necesidad de un aparato electrónico. Lo más curioso es que, sin daros cuenta, la misma distancia que os separa, es la que os une. Pues seguramente, si os vieseis todos los días, jamás os hubieseis querido de esta forma tan intensa.
La distancia duele, mucho. Cada kilómetro se siente como una estaca en lo más profundo de tu ser. Pero piensa que cada metro que os separa, algún día se convertirán en besos, abrazos, caricias.
Puede que ahora te duela, que desees abandonarlo todo. Puede que pienses que no merece la pena tanto dolor, que nunca llegareis a estar bien porque la distancia siempre estará por medio. Puede que ahora lo veas todo negro, pero te aseguro que rendirse no es la solución. Porque después te darás cuenta de que fue la historia más bonita que jamás te habías imaginado vivir. Y entonces, lo echarás de menos. Y dolerá, mucho más incluso que la distancia que por aquel entonces os separaba.