9/9/13

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz...

Podría decir con seguridad que eres de las personas a las que más debo y a las que más necesito a día de hoy y en un futuro seguramente también. 
Y llamame pesada, repetitiva, tonta... pero hasta quedarme sin voz te daré las gracias. Te quiero, Ainhoa. Te quiero muchísimo. No podría permitirme jamás el perderte. No podría permitir que te perdieses. Y aunque sé que no siempre tengo las palabras adecuadas para frenar tus caídas, te juro que estar, estaré siempre. Y siempre nos levantaremos juntas de cada golpe, ¿recuerdas? De la mano. Que mi camino no lo sigo si miro a mi lado y no te veo, me niego.
Nos espera un año duro, un ano donde hablaremos seguramente poco, pero en tus momentos de flaqueza, cuando ya ni confíes en ti misma, estaré aquí. Y si no puedo estar en ese momento, lee esto. Recogelo todo en una nota, o pídemelo luego. Para que lo leas cada vez que no puedas más, para tener un respaldo donde apoyarte cuando las piernas o el corazón se cansen de continuar. Cuando el dolor sea demasiado, hay alguien que, desde Madrid, te pondrá anestesia.
Espero que hayas tenido y tengas el cumpleaños que te mereces y que, tengas también, la felicidad que nadie más se ha ganado.
Porque tú, y no seré la primera ni la última que te lo dice, tendrías que tener una sonrisa tan grande como tu corazón (aunque no haya tanto espacio en la boca).
Nunca olvides que tu hermana de corazón está celebrando este día contigo, a cada segundo. Que nada ni nadie te estropee tu día.
Que el mundo calle, que hoy mandas tú.
Te quiero mucho, Ainhoa, feliz cumpleaños y que sean los mejores 17 años que el universo jamás ha presenciado.