1/7/12

Experta en arruinar vidas.

Cuando menos te lo esperas, llega a tu vida. Al principio, le quitas importancia, todos dicen que el amor es más fuerte. Pasan los días, hablais a todas horas. Tardes enteras pegados a una pantalla, a golpe de teclado y ratón o llamadas a altas horas de la noche. Da igual, mientras se trate de acortar distancias. Tu voz se quiebra en cada despedida, cuando siempre antes de colgar, prometeis veros lo más pronto posible. Un te quiero al otro lado de la línea. Una lágrima que recorre tus mejillas. Respiras hondo y logras devolverle esas dos palabras, las más sinceras que jamás habías dicho. Sonrisas que se mezclan con las lágrimas y las promesas. ¿Por qué es tan difícil? Mientras otras parejas se ponen excusas tontas para no quedar, ellos darían su vida por poder darse los buenos días, buenas tardes o buenas noches sin necesidad de un aparato electrónico. Lo más curioso es que, sin daros cuenta, la misma distancia que os separa, es la que os une. Pues seguramente, si os vieseis todos los días, jamás os hubieseis querido de esta forma tan intensa.
La distancia duele, mucho. Cada kilómetro se siente como una estaca en lo más profundo de tu ser. Pero piensa que cada metro que os separa, algún día se convertirán en besos, abrazos, caricias.
Puede que ahora te duela, que desees abandonarlo todo. Puede que pienses que no merece la pena tanto dolor, que nunca llegareis a estar bien porque la distancia siempre estará por medio. Puede que ahora lo veas todo negro, pero te aseguro que rendirse no es la solución. Porque después te darás cuenta de que fue la historia más bonita que jamás te habías imaginado vivir. Y entonces, lo echarás de menos. Y dolerá, mucho más incluso que la distancia que por aquel entonces os separaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario