27/6/12

Necesito odiarte, no me hables, que tengo que olvidarte.

Me encanta cuando me sorprendes a cualquier hora con un ''te quiero''. Me encanta cuando intentas picarme, para después abrazarme y recordarme que me necesitas. Adoro cuando fingo enfadarme y tú me buscas las cosquillas, porque dices que te encanta mi risa. Me gusta cuando me besas el cuello y la espalda, provocando en mi un escalofrío que nunca antes había experimentado. Es increíble la forma ''tan tuya'' de saber hacerme sentir bien. Me encanta hasta el blanco de tus ojos, el olor a ti que aún recorre mis sábanas, que inhunda mi habitación. Me encanta esta sensación de que serás para siempre.
¿Lo has entendido? Bien, pues ahora viene lo mejor.
No quiero que me digas te quiero, nunca más, no quiero que me saques esas típicas sonrisas de adolescente enamorada. No quiero volver a sentir el roce de tus labios ni recordarte cada vez que alguien pasa con tu mismo perfume. Aunque si me hubiese gustado que fueses para siempre. Pero se acabó, no me hables nunca más. Y si alguna vez no puedo resistirme y te hablo yo, haz que te odie. Ignorame, se un borde, haz que dejes de importarme tanto hasta tal punto que no recuerde como era vivir sin ti.
No puedo seguir así, esto me está matando.
Si me quisiste alguna vez, ayúdame, tengo que odiarte para poder olvidarte.


18/6/12

'- No te vayas, por favor. - dijo con una pequeña lágrima.
+ ¿Qué más da? Ya no hay motivos para quedarse, hace tiempo que deje de ser la razón de sonrisas para alguien.
- No digas eso, no es cierto, ademas a mi me importas.
+ Lo sé, pero habra más amigas como yo. - le dijo mientras le abrazaba.
- Creo que no me has entendido... no quiero que te vayas por... porque...
+ Me tengo que ir...
- No puedo dejar que se vaya todo el oxígeno que necesito cada día, no puedo dejar destrozado a mi corazón por no haberlo intentado, no solo te quiero, no eres solo una amiga, eres todo, eres tú, tu sonrisa, y esas putas mariposas cada vez que te veo. Eres los 'Para siempre y por siempre' que veo un futuro. Dios, esque eres las jodidas lágrimas cada vez que te pierdo en cada enfado, no eres amiga, eres amor. Eres otra vez, tú, solo tú, y los besos que aun no te he dado. Y por último, eres lo que estoy a punto de perder, por ser aquel gilipollas que, ha perdido todo el tiempo que quedaba por el miedo a todo. Que si, que ahora, en este momento, puedes irte, pero este tonto, ahora es valiente, ahora ya puede respirar sabiendo que lo intentó, y puede que perdiera, pero lo dijo.
+ ¿Quién dijo que ese valiente perdió...? - dijo mientras le besaba entre lagrimas.'

16/6/12

Un sentimiento que crece y crece.

Me empiezo a preocupar, lo juro, no sé ni cómo lo habrás hecho, pero has coseguido que las cosas cambien de una manera increíble. Has conseguido pasar de ser algo totalmente insignificante, a una necesidad para mí. Me reía, me reía de mí y ellos, de aquéllos que me dijeron éso hace tan solo un par de días, pero sinceramente, hoy lo acabo de descubrir. Me empiezo a preocupar de mi salud mental, porque llevo como ciento cincuenta noches seguidas soñando contigo, porque tardo unos dos segundos en pensarte desde que mis ojos levantan sus persianas. Porque a veces me recorre sin sentido algo, una sensación que me aterra y me deja abandonada. Me empiezo a preocupar porque sin motivo alguno he llorado por ti más de lo que he llorado por nadie, porque contigo me he dado cuenta de que soy una celosa patológica, de que solamente estoy completamente feliz si te tengo a dos centímetros. Me empiezo a preocupar porque me haces daño con palabras que no tienen esa intención, porque me empieza a importar demasiado el qué haces, el qué dices, y sobre todo lo qué no haces ni dices. Porque a veces me aterra la idea de que ésto para ti sólo sea un juego, un juego con un ganador y un perdedor, donde claramente yo soy la segunda. Me aterra la idea de que dentro de unos dias, ésto que tenemos se haya esfumado como el humo de los cigarros, me aterra la idea de no poder volver a perderme entre ese olor que te caracteriza, o la idea de no volver a recorrer el mapa de tu cuerpo, señalizado estratégicamente por tus lunares. Me empiezo a preocupar, porque empiezo a pensar que me estoy enamorando de ti, y que para ti, ésto sólo es una partida más, una partida más en la que tú empezaste el juego, en la que yo continué la partida, en la que ninguno pusimos las reglas, en la que tú estás haciendo más trampas de lo debido, y en la que yo, voy a perder todo lo apostado.

13/6/12

Buenos días, buenas tardes, buenas noches quiero darte.

¿Sabes cuál es mi truco para levantarme cada mañana? Fácil. Pienso en ti. En que quizás, un día aquel sueño en el que tú aparecías, no acabará cuando abra los ojos. El pensar que tal vez queda un día menos para dormirme en tu pecho una noche cualquiera, sin preocupacioes, sin miedos, es lo que me da fuerzas un día más. Tan solo quiero quedarme dormida una noche con la certeza de que serás lo primero que vea cuando vuelva a abrir los ojos. Únicamente pido que sean tus manos las que me despierten, y no la claridad de la mañana. Que tus labios sean mi desayuno, y tus ojos me den los buenos días. Que lo primero que escuche cada día, sea tu voz recordandome que me quieres y que yo siga poniendome nerviosa al sentir tu aliento, aunque hayan pasado años. Ese despertar nunca se convertiría en rutina. Tú siempre consigues hacer que cada día tenga algo diferente. Quiero que me des tus buenos días, pero solo si también me das tus buenas tardes y las mejores noches. Que cada domingo, al despertar, escondas el sol entre las cortinas para que no nos moleste mientras nos amamos durante el resto del día en ese viejo pero cómodo colchón. Me comeré el mundo cada día, empezando por ti y acabando en el mismo sitio. Haremos de tu habitación un universo y cada amanecer será el reflejo de la luz en tus ojos.
Porque a pesar de la los kilómetros entre nosotros ahora, un día, lo único que nos separará serán estas sábanas.

6/6/12

Nothing will ever come between us.

No me digas que el límite es el cielo cuando hay pisadas en la luna, joder, no me digas que lo nuestro es imposible cuando cada vez que me ves sonries inconscientemente, no me digas que no me quieres porque cada vez que lo dices tus ojos enrojecen como si quisiesen llorar, no me digas que no te merezco por que no voy a encontrar a alguien como tu en ninguna otra parte, no me digas que me calle porque sabes que no lo haré, no hasta que te enteres de que eres lo más importante en mi vida, que sin ti me muero.

2/6/12

Eres mi mayor fobia.

Tengo miedo de despertar y que nadie me diga que me quiere. Me asusta la idea de no poder mirarte a los ojos nunca más, ni besar tu sonrisa por las mañanas, ni por las tardes, ni por las noches, de no oír tu voz susurrando en mi oído. Me causa temor solamente pensar que tal vez nunca más me rodeen tus brazos, y que quizás no vuelva a escucharte reír. Me estremece imaginarte con otra, otras, que alguien ocupe mi lugar, que te hagas adicto a otras personas. A decir verdad, realmente me acojona el hecho de que te vayas, de que me dejes sola. Me aterra saber que, con el tiempo, no recordaré el tono de tu rostro, ni el color de tus ojos. Que no seré capaz de acordarme del sabor de tus besos, ni del sonido de tu voz, ni del tacto cálido de tus manos. Me horripila la sensación de que esa canción perderá todo el sentido, y que borres mi número de la memoria de tu teléfono. Me horroriza tener que abrir nuevos caminos, buscar nuevas metas, nuevas personas, aunque no tan nuevos sentimientos. Y, en realidad, tengo miedo de empezar de cero.

Porque es algo así como eres tú.

'Y llámame rara, pero ya no me gusta el café. Y sí se que antes me encantaba, y que no podía vivir sin él. Pero ya no me gusta. Porque me crea nostalgia. Porque cuando bebo con ansia, me quemo la lengua, porque si no le echo azúcar esta agrio y si me paso sabe demasiado dulce. Porque me pone nerviosa y no me deja dormir bien. Porque su olor me atrae hacia él. Porque es algo así como eres tú.
Y sé que no te crees que ya no me guste el café, porque me has pillado miles de veces aspirando su olor a recién echo. Porque cuando su olor entra por tu nariz, pongo la misma cara que cuando huelo tu colonia. Y te he dicho miles de veces que me encanta. Y me encantaba cuando me decías que no fuera sosa, y que le echase un par de azucarillos. Pero a mi me gustaba el café agrio. Me gustaba quemarme la lengua de impaciencia por dar el primer sorbo, como el día que me pudo la impaciencia y te robe nuestro primer beso.'