16/2/13

No te enamores de mi.

- Creo que empiezas a gustarme.
- No te enamores de mi, es un consejo.
- Pero, ¿por qué? Siempre dices lo mismo.
- Porque yo no quiero enamorarme. Paso de las mariposas, las tardes de domingo viendo películas, los regalos de San Valentín, los aniversarios y todo eso.
- Pero si a ti todo eso te encantaba...
- Ya, pero la gente cambia, ¿sabes?
- ¿No pretenderás que me trage todo eso, verdad? Tan solo disfrazas lo que sientes para que no vuelvan a hacerte daño.
- No es cierto.
- Si, lo es. Te escondes tras alguien que no eres tú, ¿no lo ves? Quieres aparentar ser de piedra, una pasota a la que no le afecta nada, pero yo sé que no eres así. Mira, yo no me enamoro de cualquiera y si me he enamorado de ti es porque te importa la gente, porque siempre andas preocupada detrás de alguien y porque he visto como se te iluminaban los ojos cuando hablabas de él, lo que me dijo que cuando querías, lo hacías de verdad y hasta el último segundo. Me enamoré de ti, de tu sonrisa permanente. No te dije nada porque sé que le amabas y que yo podría ser un problema para ti, pero desde que se fue no has vuelto a sonreír como lo hacías, tampoco te brillan los ojos y te ocultas bajo una persona borde cada vez que alguien te mira de una forma especial por el miedo a enamorarte de nuevo. Y si ahora te digo todo esto es porque no puedo soportar como por culpa de ese idiota que no supo valorarte estás siendo tan egoísta contigo misma. No te pido que te enamores de mi, tan solo que te dejes querer, que vivas, que sonrías. Por favor, necesitamos que vuelva la persona que eras antes.