30/5/12

No sé vivir sin ti.

¿Alguna vez has querido, de verdad? Dime, ¿has llegado a sentir con todo el alma? ¿Has sentido esa estampida en tu estómago cada noche antes de verle? ¿Y ese hormigueo que recorre todo tu cuerpo minutos antes de tenerle cerca? Que se te paralizan las piernas, te sudan las manos, se forma un nudo en tu garganta y te terminan doliendo los mofletes de tanto sonreir. De felicidad. De sueños cumplidos. De otros tantos por alcanzar a su lado. De heridas cicatrizadas. Sonrisas. Muchas. Él, la razón de cada una de ellas. Todo esto es por él. Me ha devuelto la algría que daba por imposible. Él. Solo él. Llegó un día cualquiera, siendo uno más, y ahora estoy aquí, intentando recordar lo que era vivir sin él y sin su sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario