She's broken inside.

Miralá. ¿Qué ves? Parece feliz, ¿verdad? Con esa sonrisa permanente, siempre haciendo bromas, diciendo cualquier tontería con tal de hacer sonreír a la gente que tiene cerca. ¿Alguna vez la has visto llorar? Estoy segura de que no, pero lo que no sabes es que cada noche, se esconde bajo las sabanas de su cama y se derrumba. Abraza con fuerza a su peluche, y llorando se queda dormida, como una niña pequeña. Lo que es. Porque ella nunca dejó de ser una niña, la vida la obligó a parecer más fuerte de lo que en verdad jamás a llegado a ser. Y por eso, nunca la verás llorar. Aunque sea el peor día que pase, se aguantará las lágrimas hasta llegar a casa, y mientras se desahoga escribiendo, lloverá sobre sus mejillas. La música la salva de ese pozo en el que tú la metiste sin querer. Claro que ella no te dirá que está mal, no sería capaz de decirte que cada noche se acuerda de ti, de tus promesas y se hace cada vez más débil. Cada lágrima sale más facilmente que la anterior, y así, noche tras noche, entre sueño y sueño, te llora. No esperes que pierda esa sonrisa frente a los demás, ella jamás lo haría. Pero ahora, fíjate bien. Mira profundamente dentro de sus ojos cafés, ¿puedes verlo ahora? Cariño, está rota por dentro. Tú la destrozaste.