Dicen que si dos personas están destinadas a estar juntas, dan igual las veces que tropiecen, que se equivoquen o que dejen de hablarse, porque acabarán volviendo a encontrarse. En realidad, yo nunca te perdí. Sabía que acabarías volviendo, y que cuando lo hicieses ya no volvería a dejarte jamás. Esto no es como las demás historias, no tenemos una fecha, ni sabemos exactamente qué somos, pero sin saber cómo, te has convertido en la razón de todo. Antes, cuando me preguntaban: ''¿por qué eres feliz? ¿por qué sonries?'' decía que porque simplemente lo sentía, no tenía algún motivo exacto, pero si me preguntasen ahora mismo, mi respuesta sería: ''Por él, poque vuelvo a sentirle cerca a pesar de la distancia, porque otra vez me siento viva, porque no tengo adjetivos sufientes para describir lo que siento cuando me habla, o cuando sonrie. Porque me paso el día pegada a mi movil, esperando un mensaje suyo. Porque se ha convertido en la razón de cada suspiro. Soy feliz porque él existe, porque está a mi lado. Y no cambiaría esta sensación por nada.'' Bién, ¿os habeis enterado ya de el por qué de esta sonrisa de idiota que me sale al pensar en él? Sólo quien lo ha vivido sabe como es sentirse así, en las nubes.
Y aunque me haya caido mil veces de esta nube contigo, o me caiga un millón veces más, nunca podría dejar de quererte así, es que no, porque no sé dejar de adorarte.
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