25/10/11

Que sin ti yo no soy nada, eres tu lo que me falta.

Es gracioso. Porque día a día, no notas que cambie nada, pero cuando miras atrás, todo es tan diferente.Ves sus huellas, junto a las tuyas, porque de una manera u otra, hubo un tiempo en el que estubo ahí, sólo para ti, y viceversa. Pero él decidió coger otro camino, quizás se cansó de la misma monotonía de siempre. Pero yo...yo jamás me cansé. Podría tirarme días, meses o años mirándote, sólo a ti. Hasta conocer cara poro de tu piel, cada lunar, cada cicatriz, todo. Estaría toda mi vida mirándote a los ojos, pues es sólo ahí dónde encuentro mi refugio, entre tus párpados. Cuando te miro, todo lo malo se extingue. Y después, vienes y me abrazas, y me siento cómo en una fortaleza. Y pararía el tiempo para estar presa de tus brazos de por vida. Dejaría todo atrás, T O D O, porque tu desearas lo mismo. Y ser finalmente felices los dos. Derribar las barreras, callarles la boca a todas esas personas que comentan sin saber, convertir kilómetros en centímetros. Y volver a ser tú y yo. Volver a ser uno. Como aquella tarde fría, donde tus abrazos y besos era todo lo que necesitaba para sonreír igual que una niña pequeña cuando la dan un caramelo de su sabor favorito.Y fue en aquel mismo instante, en el que te llevaste una parte de mi, cuando supe que si alguna vez te ibas...ya no volvería ser la misma. Porque te di una parte de mi, creyendo que algún día me la devolverías en forma de felicidad infinita, de recuerdos eternos y sonrisas al pensarte. Pero una vez más, me equivoqué. Lo único que me diste a cambio fueron tardes de invierno en mi habitación...sola, mirando las gotas de lluvia resbalar por la ventana mientras mis ojos intentaban imitarlas; pensando en que, en ese mismo instante, podrías estar dándome el mejor beso de mi vida, en cualquier lugar del centro mientras la lluvia nos empapaba, y nosotros estábamos ahí, quietos, cómo si nada. Mientras la gente corría de un lado para otro, intentando resguardar se de la lluvia. Pero a nosotros nos daría igual, ¿sabes? Porque aunque el mundo se destruyese en ese mismo instante, no lo notaría. Porque todo lo que puedo ver, es a ti, abrazándome y diciendo el ''te quiero'' más verdadero que jamás mis oídos escucharon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario