17/11/11

15M.

Hola, soy yo otra vez. Te escribo esto, sin saber si alguna vez llegarás a leerlo o no, pero yo necesito decirtelo de una forma u otra.
No sé ni cómo empezar, desearía que todo esto fuese más fácil, que no doliese tanto. ¿Sabes? Nunca he querido tanto a alguien como a ti. Cuando llegaste, me devolviste aquella felicidad que hace tiempo yo ya había dado por perdida. Recuerdo perfectamente la primera vez que hablamos, tu mirada me dio seguridad desde el primer segundo en que me cruzé con ella. Contigo. El destino así lo quiso, y te convirtio en  el hermano mayor que nunca tuve desde la tercera vez que hablamos. Me quedé impresionada, pues pocos eran capaces de mostras sus lágrimas, en cambio a ti, te daba igual lo que los demás te dijesen. Y te vi llorar, y algo me hizo olvidarme de todo e ir a abrazarte. Me dejé la piel en intentar hacerte sonreir. ¿Sirvió para algo? Bueno, no sonreiste, pero al menos dejaste de llorar. Y cuando yo lloraba, ahí estabas tú, para decirme que valía más que ninguna. ¿Te acuerdas? Era de noche, y yo estaba muy callada, sentada en aquel banco contigo y unas cuantas personas más, pero fuiste tú el primero en darse cuenta de que las lágrimas se habían apoderado de mi cara. Y las secaste, me abrazaste y me sentí protegida, de nuevo. Apenas habían pasado dos o tres días, y yo ya estaba enamorada de tu sonrisa, pero eso tu no lo sabías hasta ahora, si es que estás leyendo esto... Y pasaron los días, y llego el momento. Había que decir adiós, hasta a saber cuando. Nos separaron 48 kilómetros, pero eso no impidió que siguiesemos hablando día tras día.
Entonces, un día, me enviaste una cadena que decía que esa noche, tendrías que enviarle un mensaje a la persona de la que estabas enamorada, y que ese Sabado, te daría todo su amor. Pasaron las horas, y  a las 21:25, mi movil sonó. Era un mensaje tuyo, decía:
- ¿Te acuerdas de la cadena de amor que te pasé por msn? Pues aqui estoy, enviando el sms a la persona de la que me enamoré.. te quiero mucho, si tu estás enamorada de mi, sólo tienes que enviarme otro.
Me acuerdo de mi sonrisa, y de que algo en mi estómago se revolvia. Supongo que serían las famosas mariposas de las que todos hablan. Te mandé un mensaje, pero debí de estar loca, proque te dije que yo también te quería, muchísimo, pero que yo aún no estaba enamorada... ¡MENTIRA! Que tonta fui, ¿verdad? Pero tenái miedo, miedo de sufrir otra vez. De que me estubieses engañanado, y que me rompiesen otra vez el corazón.
Pero pasaron los días, y nos llevabamos mejor que nunca. ¿Recuerdas cuándo no podíamos pasar un día sin hablar? Y llegó el día, en que por fin te volví a ver después de ocho días. Y ese día...todo cambió. Habíamos quedados todos, y los demás se empeñaban en que ocurriese algo entre tú y yo. Pero no pasó nada, y cada uno volvió a su casa. Y fue entonces, cuando te lo dije. Estaba enamorada de ti, de cada palabra, de cada sonrisa, de cada tonteria. De todo. Y tu también. pero sobraba algo: los kilómetros. Pero seguimos luchando, día si, día también. Todo seguía siendo perfecto, hasta que cinco meses después, volvi a verte. Y pasó, pude besarte. Y juro que jamás se me olvidará ese momento, el minuto exacto en que te besé. Eran las 20:09. Y daría marcha atrás para no volver a soltarte jamás. Había algo que me avisó de que no habría más oportunidades, ni más besos, ni más ''te amo''. Nada. Pero lo que importaba era ese momento, y te quise como nunca. Te di todo lo que pude. Todo, para que jamás me volvieses a dejar sóla. Y fue entonces, cuando tuviste que marchaste. Y volvió ella: la distancia. Te odio, te odio, te odio. ¿Por qué existes? Esto es cosas de él y mía, no te interpongas. Pero segí confiando en ti, pensé que no dejarías que 48 simples kilómetros nos volviesen a alejar. Pero pocos días después, todo volvió a irse a la mierda. Y me dijiste, que no podías con todo esto, que estabas harto, y que no te gustaba verme así cada dos por tres. Y decidiste decirme esas palabras que me marcaron tanto:
- Mira, yo te quiero cómo amiga y ya está, ¿vale?
Recuerdo noches enteras llorando, con nuestras canciones. Si, de una forma u otra, para mi eran nuestras. Y todo se acabó ese día. 31 de Octubre.
Tu amistad, es lo que me queda. Aunque, a veces, el corazón no entiende el ''sólo amigos''. Con esto, quería decirte que eres lo mejor que me ha pasado jamás, y que gracias, por hacerme sentir especial. Tienes ese don de dar tranquilidad. No tengo fotos, para recordar todo esto, pero tampoco me hacen falta. Todo está grabado como una pelicula en mi mente. Y nunca lo olvidaré.
Prometeme que tú tampoco lo olvidarás, sólo te pido eso, por favor.
Gracias, por estos mágicos 6 meses. Y por aparecer en mi vida.
Te quise más que a nadie, y a día de hoy, lo sigo haciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario