Cada momento es único.

Vive cada milesíma de segundo cómo quieras. A tu manera. Sé feliz. Disfruta. Llora, pero solo si así conseguirás valorar más una sonrisa. No dejes escapar ni un minuto de tu vida. Dedicalo a lo que mejor te haga sentir, y si no puedes, imagina cómo será ese momento que tanto ansías, pero que no se quede en solo un pensamiento, en un sueño por cumplir, que luches lo que haga falta por esa felicidad. Y valorarlo. Mucho. Porque ese mismo instante no lo volverás a vivir jamás. Quizás tu mente te engañe y creas que puedes volver a sentir esa emoción, pero después te das cuenta de que, no lo vives con la misma intensidad, es diferente, porque no son los mismos segundos. Porque cada suspiro es distinto. Cada mirada. Cada latido. Diferentes. Por eso cada momento es especial. Único. Irepetible.
Sensaciones que, si sabes vivirlas bien, permaneceran contigo siempre.
Por eso te digo, disfruta todo lo que puedas cada instante de tu vida, porque quizás, te des cuenta demasiado tarde, de que en este juego al que llaman vida no puedes decir '¡Empezamos otra vez!' y jugar una nueva partida. Que todo lo que hagas irá cargado a tu espalda. Y puede que a veces cometas errores porque la vida no venía con un manual de instrucciones, pero entoces será cuando esos momentos bonitos, esas sonrisas, esas primeras emociones y sensaciones que viviste con intensidad, todos esos recuerdos inborrables de tu mente, serán lo que te ayude a seguir siempre en pie. Buscando nuevos sentimientos. Alguien o algo que te haga sentir especial otra vez y te haga olvidar esas heridas.
Vive. Rie. Ama. Disfruta. Porque un día sabrás que, la vida pasa más deprisa de lo que te imaginas.